En 2015, el Consejo de Estado o gabinete chino, promulgó un plan de diez años llamado "Hecho en China 2025” y el cual fue planificado para convertir al país en una potencia manufacturera mundial y con lo que quieren recibir el centenario de la República Popular China en el año 2049.

Este proceso no es fácil ni rápido aunque sí parecieran ir a pasos agigantados con el fin de recorrer varias áreas prioritarias dentro del plan en el menor tiempo posible.

La primera de ellas es mejorar la innovación manufacturera, buscar la integración de tecnología e industria, fortalecer la base industrial, fomentar las marcas chinas, reforzar la fabricación respetuosa con el medio ambiente, promocionar los avances en diez sectores claves para el progreso en la reestructuración del sector de la manufactura, apoyo a la producción orientada a servicios e industrias de servicios vinculadas con la manufactura, e internacionalización de la producción.

Sectores claves

Dentro de esos pasos, existen diez sectores claves para desarrollar:

1. Nuevas tecnologías de la información.

2. Herramientas de control digital y robótica.

3. Equipamiento aeroespacial.

4. Instrumentos de ingeniería oceánica y barcos de alta tecnología.

5. Los equipos ferroviarios.

6. Vehículos que ahorran energía y de nuevas fuentes de energía.

7. Equipamientos eléctricos.

8. Nuevos materiales.

9. Aparatos médicos.

10. Maquinaria agrícola.

Para llevar a fiel cumplimiento lo trazado, “Hecho en China 2025”, trae reformas institucionales jamás pensadas bajo el modelo político de China lo que ha sorprendido a más de uno. Cambios que llegan con un apoyo económico fortalecido, organizado desde el Estado pero destinado al mercado.

"Hay muchos criterios para juzgar si un país es una potencia manufacturera o no, incluidos la escala industrial, la estructura industrial mejorada, la calidad y eficiencia sólidas y el desarrollo sostenible, pero la clave está en la innovación", dijo el subdirector del departamento de planificación del ministerio para ese entonces, Li Beiguang según reseña la agencia de noticias china, Xinhua.

El pensamiento abierto al mercado que implementó China asegura que para promover la manufactura y la competitividad nacional, es importante movilizar cada elemento para estimular la innovación, en vez de simplemente, apoyar a una sola industria y es que están claros que las economías avanzadas como Estados Unidos, Alemania y Japón han formulado políticas que apoyan un mayor desarrollo de su propia producción.

Energía fotovoltaica dentro del plan

Como ya sabemos China es el país más contaminado del mundo pero decidió quitarse ese estigma y empezó a trabajar en ello. Labor que viene dentro del plan “Hecho en China 2025” cuando expresa que se debe reforzar la fabricación respetuosa con el medio ambiente.

La posición geográfica de China le permite tener altos niveles de radiación solar que, al ser procesada, puede contribuir a la generación de energía solar y mover al país pensando verde; sostenible con el ecosistema y acorde a los planes de industrialización y desarrollo chino. Datos que Pekín conocía desde antes y en consecuencia ya venían desarrollando e incrementando su producción tanto en energía pero también con componentes y paneles solares.

Para que tengan una idea de tal desarrollo durante la última década, En 2001 mantenía una cuota inferior al 1% del mercado mundial, mientras que por las mismas fechas, Japón y Estados Unidos sumaban más del 70% de la producción mundial. Ahora, la tendencia se invirtió y en la actualidad China supera ampliamente al resto de productores a tal punto que hasta el principal fabricante de paneles solares en el mundo es chino y su nombre es Trina Solar con más de 23GW instalados a nivel mundial.

Trina Solar

El gigante de paneles solares a nivel mundial, Trina Solar, fundada en 1997 y con su rigurosa investigación y desarrollo, viene trabajando arduamente para contar con más de 1,315 patentes solicitadas y 747 de ellas aprobadas generando no sólo cantidad sino también calidad en sus productos monocristalinos y policristalinos. Hay que destacar que estas investigaciones son hechas por el personal propio pero también apoyados en las más prestigiosas universidades a nivel mundial.

Trina Solar goza hoy del reconocimiento internacional sobre esos avances tecnológicos y aportes a la sustentabilidad del planeta al producir paneles con mínimos residuos de CO2 con precios bajos pero de grandes beneficios de eficiencia y es que Trina controla estrictamente la calidad en cada paso desde la cristalización del silicón hasta su implementación en el campo permitiendo ofrecer garantías por un tiempo de vida de 30  años en promedio.